Últimos en PISA, primeros en BUROCRACIA….
Alumnos y padres de familia son los más perjudicados
Si existiese un índice mundial que midiese el volumen, y el peso, de los documentos que un docente de educación pública está obligado a entregar al finalizar el año escolar, el Perú, o al menos, las precarias UGEL del VRAEM, ocuparían sin duda las primeras posiciones. Evidentemente, como infaliblemente demostró una vez más la evaluación PISA, no hay una relación entre volumen de papeleo burocrático requerido y resultados en mejora de logros de aprendizaje en los alumnos de las instituciones educativas.
Al finalizar el año escolar, los directores de las escuelas peruanas tienen la obligación de entregar una serie de documentos con la finalidad de dejar registrado sus labores y el estado en el que quedan las aulas. Informes que van desde el acta de clausura del año escolar hasta informes de los programas sociales. Por ejemplo una directora de educación inicial debe entregar hasta 29 documentos: 19 a la especialista de la UGEL, cuatro al área de gestión administrativa y seis al área de gestión institucional (Ver imagen) y no todos ellos relacionados directamente con su quehacer pedagógico.
No pretendemos amenorar la importancia que podría tener la presentación de estos documentos, pero consideramos que afecta directamente la labor del docente dentro de las aulas. Más aún en el distrito de Río Tambo, donde la ausencia de los profesores en las escuelas, durante las horas de clases, es una de las mayores quejas que tienen los padres de familia de las comunidades. En muchos casos esta carga burocrática sirve de motivo y excusa para abandonar la comunidad y no cumplir con las horas docentes.
Con todo este sistema burocrático y de control, sólo se consigue que no se cumpla la calendarización de las clases que se firma a inicios de año para evitar las salidas innecesarias de los profesores. Un documento de calendarización que es sólo una mentita colectiva: la UGEL sabe que no se cumple, los docentes también y los padres de familia lo desconocen. Por supuesto, las víctimas de esta mentira, son los alumnos del distrito, el 88% de ellos está debajo del nivel 1 en compresión lectora y que jamás han recibido las horas de enseñanza que marca como mínimas el Ministerio de Educación.
En el Ene, se suma a todo este desolador panorama, otro factor. Existen muchos docentes, sobre todo en el nivel inicial, que sólo han cursado hasta quinto de secundaria y trabajan con una plaza pública ante la carencia de profesores. Estos jóvenes además asumen el cargo de director cuando laboran solos en las instituciones educativas. Por lo tanto, no sólo tienen que lidiar con nueve meses de enseñanza en aula sin tener ninguna preparación, sino que además deben presentar 29 documentos al final el curso, más los que se entregan en agosto.
En el caso de las escuelas multigrado, los directores reciben el apoyo de los profesores y complementan el trabajo, pero en algunas ocasiones el director suele delegar esta función solo a los docentes.
Es importante indicar que los profesores que asumen su labor como directores no reciben incentivos adicionales a su salario, a excepción de que estos sean docentes nombrados.
Ante esta situación, se pide que los informes sean delegados a las autoridades correspondientes, en el caso de los programas sociales y otros no relacionados con la labor pedagógica. Asimismo, se reconozca la labor del docente y se planteen estrategias coherentes que se acoplen con la realidad de escuelas en las comunidades nativas, esto en referencia a los incentivos, que en el caso de la cuenca del Ene, solo el 17% de profesores son nombrados y en el Río Tambo solo el 22%, según datos estadísticos del 2013 de la UGEL Río Tambo.
Entregas Extemporáneas
Por otro lado, tal como lo señala el Artículo 40 de la Ley de la Reforma Magisterial “Los profesores deben cumplir en forma eficaz el proceso de aprendizaje de los estudiantes realizando con responsabilidad y efectividad los procesos pedagógicos… y las actividades de gestión de la función del docente, en sus etapas de planificación”. Sin embargo, muchas veces los certificados escolares y libretas de notas que suelen ser entregados en la clausura del ciclo escolar, son proporcionados los primeros días de marzo del siguiente año, impidiendo que los estudiantes postulen a becas o se trasladen a otras instituciones educativas.